sábado, 8 de noviembre de 2014

Hasta pronto, Naruto Uzumaki


En noviembre de 1999 Masashi Kishimoto dio vida a un nuevo manga sobre ninjas que marcaría para siempre la historia del manga y cautivaría a millones de lectores de todo el mundo. Naruto. Ese manga creció capítulo a capítulo, llegando a ser tan popular que en 2002 se emitió el primer capítulo del anime en Japón. Y hace dos días llegó a su fin tras 15 largos años en los que Masashi ha conseguido hacerse un huequito en el corazón de millones de fans.

Tras la noticia de su final, no tardaron en surgir un montón de reacciones y comentarios por toda la red; muchos lo esperaban con ansias, otros deseaban poder disfrutar un poco más de las aventuras de esos personajes tan queridos con los que habían crecido en este tiempo. Pero no se puede contentar a todos, como bien se nos mostró en el último capítulo (para qué entraría en Facebook… Malditos spoilers…).

Pero más que del final, yo prefiero hablar de ese Grupo 7, de ese zorro de nueve colas tan ‘amistoso’ y del resto de personajes que nos han enseñado muchas cosas a lo largo de este tiempo y que siempre vivirán en nuestros corazones. También de esos malos que caen muy mal, y por supuesto de los que caen bien. Y, cómo no, de este interminable relleno que muchos deciden saltarse. Por todo eso y muchas cosas más que me dejo es por lo que merece la pena escribir esta entrada, ya que gracias a ellos hemos podido reír y llorar, maldecir algunas partes pero enamorarnos de otras, y en algunos momentos incluso sentirnos identificados con algunos personajes.

He leído muchos comentarios sobre Naruto, algunos que estaban acertados y otros no, pero para mí no está sobrevalorado. Es cierto que tiene bastante relleno, en algunos casos un poco pesado, pero eso no significa que los capítulos que no lo sean estén mal y no merezca la pena. También se dice que es de otakus ‘posers’, pero tampoco lo creo, primero porque no hace falta ser otaku para verla o leerla, y segundo porque los personajes que ha creado Masashi te hacen ver las cosas de otra manera, te enseñan que hay cosas que merece la pena conseguir y que hay que luchar por ellas. Y, sobre todo, que por muy difícil que sea se puede lograr. Si un manga es tan famoso será por algo.

Realmente Naruto no ha acabado, seguirá tanto en nuestros corazones como en la última película que se estrenará -y en el spin off del año que viene, avisados quedáis-. Aunque se haya acabado, los capítulos siguen aquí, serán releídos por muchos y empezados por otros tantos, porque aunque pase el tiempo siempre habrá alguien que diga “¿Te has visto Naruto o leído su manga? Es un poco viejo pero muy bueno”.

No sé escribir japonés, ni leerlo, y no creo que esto llegue a ti, pero aunque lo escriba en castellano y en un blog, quiero darte las gracias, Masashi Kishimoto. Gracias por crear un mundo tan increíble y especial con unos personajes junto a los que hemos querido estar, llorar y reir. Gracias por esta historia con un final un tanto extraño en algunas partes, genial en otras, y por un último capítulo bastante especial. Gracias por esta obra y por haber decidido trabajar tan duro en ella.

Y a ti, Naruto Uzumaki, gracias por enseñarnos que hasta el ninja más liante puede acabar llegando hasta donde has llegado tú. Hasta luego, Naruto Uzumaki, porque esto no es un adiós.